Época:
Inicio: Año 117
Fin: Año 138

Antecedente:
Alto Imperio (III): Flavios y Antoninos
Siguientes:
Administración central
Las provincias bajo Adriano
Defensa fronteriza



Comentario

P. Aelio Adriano, también originario de Italica, fue el segundo emperador promovido por el clan de senadores hispanos. Casado con Sabina, sobrina de Trajano, hizo una brillante carrera política durante el gobierno de éste: fue tribuno de la plebe (105), pretor (106), legado de la legión I Minervia en la guerra dácica (106), legado provincial en Panonia inferior (107), cónsul sufecto (108) y legado de Siria (117). La historiografía antigua atribuye a la mujer de Trajano, Plotina, el conseguir del emperador, que no tenía hijos, la adopción de Adriano. No es posible conocer el alcance del rumor sobre la desaprobación de tal adopción por un sector de los senadores; en todo caso, el supuesto o real descontento no se reflejó en actos públicos y la sucesión se realizó sin traumas.
Todas las noticias de los autores antiguos reflejan cierta hostilidad de un sector de los senadores hacia Adriano. Sería simplificador atribuirlo a un acontecimiento o a una causa única. El cuerpo senatorial se encontró con muchas novedades introducidas por este emperador, unas incomprendidas y otras negativas a los intereses de algunos senadores.

Desde Augusto había existido un consejo privado del emperador, inicialmente compuesto por senadores. Con los Flavios se advierte la participación en el mismo también de caballeros. Adriano da un carácter institucional a este consilium Principis al asignar a sus componentes un sueldo regular, obligarles a reuniones periódicas y atribuirles amplias competencias en la preparación y toma de decisiones con valor de leyes, constituciones. Desde este momento las decisiones del emperador y las de su consejo se confunden. El Senado sigue siendo formalmente consultado, pero la profesionalidad y preparación técnica de los componentes del consejo privado imperial no encuentran condiciones equivalentes entre el conjunto de los senadores, pues los mejores de éstos forman parte del consejo imperial.